Son la herramienta más demandada para financiamiento en el mercado bursátil. Las emisiones de ON pisan el freno, a la espera de mejores condiciones macroeconómicas.
Por FAVIO RÉ – Diario La Voz
Las empresas lo que están necesitando es oxígeno transitorio. Por eso recurren a los cheques avalados, que son instrumentos de corto plazo y que son los que tienen mejores condiciones en relación con un financiamiento bancario”.
La frase pertenece a Gonzalo Becerra, CEO de Becerra Bursátil, una de las sociedades de bolsa que asesora a pequeñas y medianas empresas (Pyme) de Córdoba.
Se trata de un resumen gráfico de lo que está sucediendo en la actualidad: los cheques avalados por Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) se están consolidando en 2019 como el instrumento más utilizado por las Pyme para obtener financiamiento bursátil.
“El año empezó muy fuerte con el tema cheques. Claramente, han vuelto a ser la puerta de entrada de una Pyme al mercado de capitales”, coincide Aníbal Casas Arregui, presidente de S&C Inversiones. Para este operador, también se destaca el fenómeno de los pagarés avalados. “Hay más demanda que oferta, sobre todo en el caso de papeles en dólares”, añade.
Martín Rodríguez, gerente comercial de Dracma, también asiente. “Con un aval de SGR de por medio, hoy está siendo el instrumento más barato. Descontando un cheque se logra un interés de entre 37 y 42 por ciento, inferior a un financiamiento bancario y la mitad que lo que se paga por un descubierto”, destaca.
Además, tienen un costo financiero inferior. “No se paga Impuesto de Sellos y, si el inversor es institucional, no se cobra IVA por los intereses”, añade Casas.
ON, a la espera
El otro instrumento que venía teniendo un fuerte impulso son las Obligaciones Negociables (ON) Pyme, también garantizadas a través de SGR. Pero el proceso se frenó por diversos motivos.
El primero es la macroeconomía: con tasas altas y un dólar inestable, en medio de un año electoral, muchas firmas están esperando a tener un horizonte más claro para avanzar en proyectos de inversión. A eso se suma que las SGR están al tope de su capacidad para prestar avales.
“La cantidad de avales otorgados creció por encima del alza del fondo de riesgo de las SGR. Como muchos avales son en dólares, la devaluación hizo que se excedieran los límites y el mercado tuvo que frenar”, explica Becerra.
Rodríguez completa: “Las SGR están muy apalancadas, entonces comenzaron a ser más estrictas en los requerimientos y, por ejemplo, no prestan en dólares a firmas que no tengan un flujo de ingresos en esa moneda”.
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